jueves, julio 25, 2024
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GUILLERMO OJEDA JAYARIYU: EL GUARDIÁN DE LA PALABRA, EL ARTE, LA CULTURA Y DEL SUKUA’IPA WAYUU

POR: MARÍA ISABEL CABARCAS

La firma en sus cuadros relata su matrilinealidad, pero son sus magistrales trazos los que expresan la ancestralidad artística de su inspiración wayuu. El rojo, color de la vida en su etnia, es el más recurrente en sus hermosas obras, las cuales relatan, estéticamente, los pasos recorridos por un pueblo milenario desde los tiempos legendarios de Wolunka, las gotas primigenias de juya y los frutos originarios de Mma. También, es el color de sus waireñas, kapoterra, incluso, de sus prendas de vestir, pues mantiene una relación de predilección evidente y simbólica con este destacado elemento del círculo cromático que impregna su ser wayuu.

Guillermo es un maestro de la palabra, pensador eterno, pintor trascendental, escritor de la sabiduría, orador impecable, observador sereno y luchador incansable, dedicado por el respeto de los fundamentos esenciales del complejo sistema de principios, valores y creencias del pueblo wayuu. “Decir que se trata de simples usos y costumbres es peyorativo”, afirma con convicción en los distintos espacios en los que ha sido llamado para alzar la voz y representar los anhelos de sus hermanos. 

Además del constante compartir de sus dones y talentos, a través de la escritura, poesía y pintura, a lo cual ha dedicado su preciado tiempo y los más ingentes esfuerzos por décadas, Guillermo coordina el proceso organizativo de la Junta Mayor Autónoma de Pütchipü’ui, lo mismo que el diseño y la ejecución del Plan Especial de Salvaguarda, que promueve el reconocimiento, respeto y la visibilidad del Sistema Normativo Consuetudinario —sukua’ipa wayuu— y figura del pütchipü’üi, el cual fue meritoriamente declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el año 2010, por parte de la UNESCO —Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura—. “La mujer ouutsü, como guardiana espiritual, también debió haber sido destacada en esa declaratoria”, expresa con un ligero toque de desazón, pues es un leal defensor de la sacralidad femenina en su cultura. También, apoya y participa activamente en los procesos impulsados por agencias gubernamentales y cooperantes internacionales para fomentar el diálogo intercultural.

Juyasai es el nombre de su hijo, a cuya crianza le dedica especial consagración, cuidando al máximo las responsabilidades que asume por ser consciente de la supremacía de su rol de padre, antes que cualquier otro en su vida. Ruperta Jayariyu es su sabia madre, fuente inmediata de consulta, musa insustituible y la mejor consejera de vida. Aunque proceden de la alta guajira, Guillermo nació en Pesuwou, trasladándose, posteriormente, con su familia a Maicao, donde cursó sus estudios de primaria —Institución Educativa Perpetuo Socorro— y el bachillerato —Institución Educativa No. 3, Santa Catalina de Siena—, destacándose, a temprana edad, por sus habilidades innatas para el dibujo. Entre las primeras técnicas que tuvo a su alcance, siendo aún niño, recuerda utilizar el carbón con el cual plasmaba sus trazos en las albercas y algunas paredes de su comunidad.

Apoyado en la innegable capacidad comunicativa y el amplio poder de alcance que las plataformas digitales proveen, creó, hace muchos años en Facebook, el grupo Junta Mayor Autónoma de Pütchipü’üi, a través del cual comparte constantemente infografías que expresan opiniones y pensamientos sobre el pasado, presente y futuro de la cultura wayuu. En este caso, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones —TIC—, han permitido promover el conocimiento, defender el derecho a la veracidad cultural, exponer relatos y crear reflexiones sobre la cultura que tanto expresa, interpreta, siente y recrea en los lienzos, donde ha plasmado su excelso talento artístico, mismo que lo ha llevado a exposiciones dentro y fuera del país, convirtiéndose en un referente obligado del sentido de pertenencia wayuu y talento étnico colombiano.

Conversar con Jayariyu se convierte en una inmersión profunda, paciente y compleja del pensamiento pacífico que destaca su ser wayuu. Quizá, una de sus más recurrentes manifestaciones gira en torno a las amenazas reales y potenciales para la supervivencia, tanto física como cultural de su pueblo; por ello, no descansa en su labor como promotor de los derechos culturales de los wayuu, dado que considera que de allí deben emerger, necesariamente, los diversos intentos para restablecer y mantener el “buen vivir” de sus hermanos. 

En múltiples espacios académicos y culturales, Guillermo ha expresado su preocupación por la gran amenaza que supone la continua estigmatización de las prácticas espirituales wayuu, por parte de las iglesias y religiones que hacen presencia en las comunidades, obligando al despojo de símbolos tan sagrados en las familias wayuu como la lania, el uso de la medicina tradicionaly eliminación de los rituales de protección. Por otra parte, lograr, de manera diferencial, consecuente y, desde una perspectiva de fortalecimiento cultural, el derecho de acceso a la educación superior de los jóvenes wayuu, lo considera como una oportunidad valiosa, el camino que permita la armonización del conocimiento ancestral con el académico, al tiempo que ello impida que estos se dediquen a las reprochables actividades ilegales que terminan condenando sus vidas y alejándolos de los más nobles anhelos de bienestar y trabajo por el bien de los mayores, su familia y comunidad.

Por lo anterior, Guillermo considera crucial el apoyo irrestricto desde la Junta Mayor Autónoma de Pütchipü’üi, a las nacientes organizaciones y colectivos de jóvenes estudiantes wayuu que como kojutajirawa, en español, respeto o entendimiento mutuo, se proponen liderar al interior de la Universidad de La Guajira esta noble causa, siguiendo los inspiradores pasos de los mayores y pütchipü’üi, quienes han venido dialogando y trabajando con valentía, decisión, por la pervivencia cultural del milenario pueblo wayuu.

En cada uno de sus pasos, hermosas obras plásticas, incesante creación literaria, artística y de las loables causas que lidera y apoya, va presente su esencia. En su exquisita conversación, pone presente siempre lo que representan en sus sabias palabras “la armonía, el equilibrio y la reciprocidad, como fundamentos de ese sistema de principios, valores y creencias de nuestro pueblo”y él mismo los vivencia cotidianamente en quien es como hombre wayuu, lo que hace como artista, gestor y líder cultural. Guillermo Ojeda Jayariyu es un ícono de su pueblo y La Guajira, guardián de la palabra, el arte, la cultura y del sukua’ipa wayuu.

Crédito de fotografía 1: Alcides Escobar Pimienta.

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