Las innovaciones tecnológicas son un campo bastante explorado, gracias a los múltiples beneficios que pueden obtenerse. Para Carlos Camargo, estudiar Ingeniería Electrónica en la Universidad del Norte y luego realizar el máster, junto a un doctorado en España, representó la obtención de una visión más amplia acerca de los avances que transforman la vida de los ciudadanos y las capacidades que los colombianos poseen. Este joven emprendedor siempre tuvo claro el deseo de regresar a su país y colocar en práctica cada uno de sus aprendizajes; lo anterior, dio origen a makeR, una empresa costeña, productora de impresoras 3D. Con el transcurso del proyecto, Camargo se ha caracterizado por crear una innovación ajustada al contexto, es decir, no solo traer la apuesta novedosa, sino hacer los cambios necesarios que le permitan a dicha técnica adaptarse a las condiciones socioeconómicas del lugar.
En el desarrollo de los posgrados, Carlos Camargo entró en contacto con los avances representados por la impresión 3D, una tecnología que ya tenía gran abordaje en Europa y Estados Unidos; empero, encontró una brecha en Colombia, hallando la oportunidad perfecta para emprender dentro de la nación. Cuando tomó la decisión, aún estaba en territorio español, por lo cual su hermano —diseñador gráfico— se convirtió en el socio que emprendería el proyecto en Barranquilla durante enero de 2014. Al principio establecieron la página web: www.somosmaker.com y obtuvieron sus primeros clientes; a través de este camino, las convocatorias a nivel nacional fueron un incentivo importante, pues resultaron beneficiarios por Colciencias, Fundación Bavaria, iNNpulsa, entre otras; permitiéndole adquirir una significativa cantidad de conocimientos.
Más adelante, crearon los kits DIY —hazlo tú mismo, por la traducción del inglés—, estos contenían los materiales necesarios para que cada persona pudiera obtener su impresora 3D; una idea novedosa que a la larga les abrió muchas puertas. Actualmente, los talleres no hacen parte de los principales servicios, pues le apuestan a la producción de impresoras con uso empresarial, por ello, poseen seis modelos divididos en dos series: Tairona, dirigida a emprendores y PEGASUS, para labores industriales; ambas basadas en tecnologías de conocimiento general, junto a particularidades desarrolladas por el equipo makeR. Gracias a sus características, este mecanismo posee la alternativa de ser utilizado en diversos campos: salud, construcción o industrial; pero también tienen la competencia de crear adaptaciones habilitando la utilización en alimentos como masa para galletas o chocolate, los cuales guardan la capacidad de moldearse a través de dichos aparatos, permitiendo conseguir figuras que provean un sentido artístico a las preparaciones.
ENFOQUE CARIBE: ¿DE DÓNDE SURGIÓ LA IDEA DE CREAR UN KIT DIY?
CARLOS CAMARGO: Cuando fundé la empresa, pensé en impulsar el mercado de la impresión 3D en Colombia, pues encontré que la principal barrera era la idea de no poder fabricar tecnología, entonces quería romper este pensamiento, porque yo buscaba contribuir por medio de makeR a la generación de una consciencia o cambio de mentalidad, donde creamos en nuestra capacidad de producir innovación. Durante ese momento, en España se daba un modelo de negocio que brindaba clases, por ello, decidí tropicalizarlo; además, mediante los kits podía hacerse llegar el producto más barato a un consumidor final, pero también se generó un taller, en el cual nosotros enseñábamos a elaborar las impresoras 3D.
E.C.: ES CONOCIDO COMO PIONERO DEL DESARROLLO DE ESTOS KITS EN LATINOAMÉRICA, ¿DE QUÉ FORMA HA BENEFICIADO ESTE ASPECTO A MAKER?
C.C.: Ser pioneros con el kit realmente nos benefició, debido a que fuimos los primeros en decirle a Latinoamérica: nosotros también podemos hacerlo, esto no es exclusivo de las primeras economías; y de una manera natural, pudimos exportar y visitar diferentes países: El Salvador, Ecuador, México, Venezuela; entonces, en dos años habíamos generado un incremento de ventas superior a 1000% frente a los doce meses iniciales. Por otro lado, éramos los únicos que enseñábamos a hacer impresoras 3D, generando mucha empatía, porque aunque podía verse como si estuviéramos educando a nuestra futura competencia, al final producimos un impacto en la sociedad.
E.C.: ¿QUÉ BENEFICIOS OTORGA ESTA ACTIVIDAD EN LA FORMACIÓN DE LOS NIÑOS QUE ACCEDEN A ELLA?
C.C.: Nosotros en ningún momento, de una manera específica, nos orientamos a los niños, pero percibimos —principalmente al implementar la metodología ramificada— que a ellos también se les hacía muy fácil, y más importante aún, notamos que ese era como el impacto perseguido; pues para mí, cuando tú le enseñas a un pequeño o le estás quitando un paradigma a tan corta edad, facilitas que realmente confíe en su capacidad para hacer las cosas. Entonces, al finalizar los talleres, las personas quedaban impactadas, porque pensaban en la habilidad para armar un artefacto; esto significaba abrirles una nueva ventana y romper un chip, permitiéndoles creer en sus talentos.
E.C.: CUANDO SE TRATA DE INNOVACIÓN EN EL CAMPO TECNOLÓGICO, ¿QUÉ HABILIDADES SON CLAVES Y PUEDEN AYUDAR A UNA PERSONA EN EL EMPRENDIMIENTO?
C.C.: Para mí, lo primero es tener visión global de la situación, pues a veces en el área tecnológica le damos prioridad a la parte técnica, y no la voy a descartar; sin embargo, son habilidades sobre las cuales puede educarse, por el contrario, si realmente desea innovar debe reconocer que ese producto o trabajo va a impactar en un mercado a unas personas y tenemos que empatizar con ellos; por ende, en ocasiones descubrir esas necesidades es mucho más difícil que desarrollar un artículo. Normalmente, la invención tiende a asociarse —sobre todo en el campo científico— al servicio, pero hoy está demostrado que las mayores novedades se ubican en el modelo de negocio, es decir, en la experiencia que tiene el cliente.
Respecto a makeR, Carlos Camargo espera que sea “referente en Colombia y en la generación de tecnologías 4.0, orientadas a la productividad”; es decir, llegar a otras empresas para introducirlas en los recientes avances de la ciencia aplicada, facilitando el incremento de la producción y competitividad. Teniendo en cuenta lo anterior, las metas durante el 2019 están claras en su mente; en primera instancia, se encuentra en medio del desarrollo de un artículo propio, con el que buscan transformar la impresión 3D; por otro lado, desean consolidarse como empresa en otros países de Latinoamérica: Perú, México o Chile. Camargo considera que al avanzar los años, esta tecnología podrá ser acogida en cada uno de los hogares, permitiendo la fabricación personalizada de distintos elementos, dirigidos a la casa y oficina.
Crédito de fotografías: 3D makeR technologies