viernes, julio 26, 2024
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LIDERAZGO Y GERENCIA PERSONAL: MEJORA TUS HABILIDADES PARA ALCANZAR OBJETIVOS

POR: GERMÁN HENNESSEY

El propósito de un entrenamiento directivo o de liderazgo en empresas es fortalecer sus habilidades blandas, entre otras requeridas para dirigir y liderar equipos o la organización. Desde la entrevista con el gerente o directivo que nos llama y, en especial, la sesión de diagnóstico con el entrenado, observamos que antes de abordar el rol laboral, debemos trabajar las facetas del ser. En otros casos, cuando facilitamos el desarrollo particular de quienes aspiran a mejorar alguna faceta de su vida, como parte de la proyección profesional o laboral, la meta inicial está en mejorar destrezas como la comunicación, interacción social o inteligencia emocional; también, hemos encontrado que, simultáneo al trabajo, en las características específicas, debemos abordar el rol personal. En ambos tipos de procesos: corporativos y privados, un término común que podemos utilizar es el de entrenamiento en liderazgo y gerencia personal.

¿POR QUÉ LIDERAZGO PERSONAL?

Una definición de liderazgo que he acuñado con base en el aprendizaje y la experiencia es el “proceso de inspirar, movilizar y guiar a un grupo de personas hacia un escenario futuro imaginado, deseado y compartido, en un flujo continuo de cambio, adaptación, renovación y transformación”. ¿Aplica para un individuo? Aprendí de la física la diferencia entre energía potencial y cinética: una inmensa piedra al borde de un abismo tiene la posibilidad de transformar las cosas, si rodase montaña abajo; si la roca cae y avanza, esa capacidad se torna en una “fuerza” real, que modifica lo que encuentre a su paso. ¿Y si nunca rueda? Se quedará como un “potencial”, una habilidad no usada. Similar sucede con los seres humanos; por ejemplo, una joven canta muy bien y disfruta hacerlo, tiene las aptitudes para convertirse en una gran artista; si la chica se dedica a una profesión o trabajo que la aleja de la música, dicha destreza artística quedaría solo en un “podría ser”.

Tenemos capacidad de transformar, crear, desarrollar algo para lo cual requerimos esa fuerza que lo pone en movimiento: inspirarnos para movilizarnos con una acción enfocada —orientada hacia un objetivo concreto— y dirigida —guiada por la misma persona y no por otras— ¿Qué te inspira, mueve tu espíritu y mente hacia un futuro deseable?, es la pregunta. Decía en la edición anterior que considero un primer factor de madurez para el trabajo conocerse y reconocerse a sí mismo, pues he tenido entrenados que expresan con sorpresa “es cierto, así soy yo”, cuando descubren y aceptan sus características. En el liderazgo personal, un camino necesario es tomar conciencia de sí mismo: qué te gusta y disgusta, qué te apasiona o te quita energía, cuáles son tus sueños y pesadillas, quiénes son tus motivadores, son preguntas que te permiten encontrar inspiración y determinar qué te mueve a la acción.

Una segunda categoría de preguntas es si esa acción se enfoca hacia un propósito que deseas cumplir o pretende alejarte de algo que rehúyes; por ejemplo, algunos trabajan para convertirse en millonarios, mientras otros lo hacen para huirle a la pobreza; aunque puedan ser similares las acciones, son fuerzas diferentes de vida. Por eso, es clave “ver” ese escenario futuro, imaginado y deseable, para que conviertas el “potencial” en una acción diaria, que te hará levantar todos los días con alegría, te dará bienestar y prosperidad.

¿POR QUÉ GERENCIA PERSONAL?

Yo relaciono gerencia con procesos, entendido como un conjunto de acciones que producen un efecto, por lo que debo hacerme estas preguntas: ¿esos pasos son acciones planeadas? ¿Están definidos los recursos, personas y equipos? ¿Se determinó el tiempo total y las actividades? ¿Cuáles serán los resultados? ¿Cómo definirlos y monitorear cada paso? Traslademos estas inquietudes a lo personal, con un ejemplo cotidiano en un plan para adelgazar: cuál es el método, con qué recursos, en cuánto tiempo y cómo controlas la dieta.

¿Por qué gerencia? Porque es tu responsabilidad cuidar el proceso y alcanzar tus resultados; es decir, es la acción del día a día, orientada a conseguir objetivos y metas, siendo eficientes —verbigracia, gastar justo el dinero presupuestado, cumplir con los tiempos estipulados— y eficaces —disminuir de peso acorde a lo propuesto—. Si el liderazgo equivale al escenario futuro que me inspira, la gerencia es el enfoque en la actividad diaria que me garantiza llegar a ese resultado. El buen liderazgo requiere de gerencia para lograr el propósito anhelado y la gerencia exige un liderazgo inspirador que le dé sentido a la administración de recursos y acciones.

EN EL MEDIO

Me gusta una metodología para definir acciones que, en vez de responder a ¿qué hacemos para resolver esto?, imagina el futuro deseado para luego “regresar” al presente y diseñar el método o concretar el camino. Aquí, es cuando te cuestionas qué debes aprender o desaprender para avanzar, lo cual se traduce en formas de pensar, valores, políticas, conocimientos, normas, habilidades, entre otros. Integrarlos en una técnica de aprendizaje y desarrollo del individuo en su proceso de liderazgo o gerencia personal, es un camino hacia el futuro inspirador con tareas y resultados diarios.

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