Causa sumo interés la afirmación efectuada por el papa Francisco acerca de las separaciones, manifestando que para él estas se han convertido en moda; muy probablemente, debido a las altas cifras de rupturas alrededor del mundo. En el caso colombiano, durante los primero tres meses de 2018, se efectuaron 5.047 divorcios, y a lo largo de este mismo tiempo, pero en el 2019, la cifra se redujo a 3.295; a pesar de la disminución en los números, las cantidades de bodas también decayeron. El divorcio es la culminación formal de una pareja, la cual haya decidido previamente unir sus vidas en matrimonio; aunque comúnmente suele verse como un vínculo sagrado, fundamentando el nacimiento de familias; a medida que pasan los años, las nuevas generaciones han ido normalizando dicha situación.
Tomar la decisión de separarse formalmente no es sencillo, representando igualmente, una serie de trámites exhaustivos; en ese sentido, dependiendo de los bienes comunes y la existencia o no de hijos, puede dificultarse el proceso. Con relación a lo anterior, cuando hay menores de edad, captan toda la atención aquellos compromisos monetarios que unos y otros deben llevar a cabo; además, se determinan las fechas en las cuales tendrán los permisos de visitas. Por otra parte, es importante conocer que al no presentarse mutuo acuerdo, las leyes colombianas aceptan ciertas causales de divorcio: infidelidad, maltrato, adicciones, no suplir las necesidades básicas o celos excesivos; a razón de ello, al demostrarse alguna de esas condiciones, el demandante podrá recurrir al papeleo, aunque el demandado no lo desee.
La anulación consiste en otra forma de llevar a cabo la separación; sin embargo, cabe resaltar que no es igual al divorcio, pues en este declaran la unión como si nunca se hubiese consumado. En dichas circunstancias, existe la civil y religiosa; ambas determinan requisitos y procesos diferentes, con el fin de hacer efectiva la nulidad. En el primer caso, algunos de los puntos son: una o las dos partes sean menores de 14 años, mala práctica de la ceremonia —sin testigos o el juez competente—, falta de consentimiento, existencia de un vínculo matrimonial previo, entre otros. Por su parte, el catolicismo admite entre las causales, la infidelidad, enfermedades psicológicas graves, adicciones, la negación a tener hijos, incompetencia para ser un buen compañero y demás.
Debido a las diferencias presentadas en los procesos previamente mencionados, llevarlas a cabo también posee pasos claves; en la anulación religiosa, lo primero es acercarse al tribunal competente, donde podrá ejecutar la solicitud y será orientado acerca de la viabilidad del caso, es decir, si las circunstancias son aceptables; posteriormente, deberá entregar los documentos: la cesación de efectos civiles del matrimonio, liquidación de bienes, partida de matrimonio, bautizo, entre otros; cabe resaltar que, serán solicitados testigos y recogerán pruebas, con el fin de validar las denuncias efectuadas. En la civil, se debe realizar la demanda, en la cual expongan las causas de nulidad, junto a la escritura legal de la unión.
LA REVISTA ENFOQUE LE PRESENTA CUATRO RAZONES QUE PODRÍAN CAUSAR UN DIVORCIO Y ALGUNAS RECOMENDACIONES QUE SERÁN DE AYUDA
LA COMUNICACIÓN
José Manuel González: @drjmgonzalez
El diálogo cumple un papel fundamental en las relaciones amorosas; debido a esto, el psicólogo, experto en procesos de desarrollo en pareja, José Manuel González, explica: “La mala comunicación lleva a muchas dificultades para resolver conflictos”, ya que no logran llegar a soluciones, acumulando y empeorando los problemas. En ese orden de ideas, entran en juego algunos inconvenientes claves, el primero de ellos es la crítica, que consiste en utilizar las palabras ‘nunca’ o ‘siempre’, quejándose permanentemente sobre los actos llevados a cabo; González determina: “Una crítica, consejo o sugerencia, si no son solicitados, en la mayoría de los casos, se interpreta como agresión”. Lo anterior, da paso a la postura defensiva, refiriéndose a la actitud de víctima, asumida por una de las partes; ocasionando la imposibilidad de superar obstáculos, al no aceptar los errores o justificarse mediante explicaciones incorrectas.
Por su parte, en el desprecio se llega a faltas de respeto, implicando, igualmente, la realización de comentarios en forma de burla o sarcasmo; el psicólogo José Manuel comenta que “genera una muralla entre marido y mujer, lo cual puede llevar al trauma, la crisis conyugal y al divorcio”. Asimismo, entra en juego la indiferencia, tal como lo dice la palabra, se presenta el silencio para ignorar la intención de diálogo, asumiendo actitudes de evasión, poderío y frialdad en contra de la pareja. Todas las dificultades mencionadas pueden presentarse en mayor o menor medida en las relaciones; debido a ello, es fundamental establecer maneras óptimas de mantener buenas conversaciones; en ese sentido, González menciona la importancia de “aprender a escuchar, no interrumpirse y esperar que el otro termine de hablar”; permitiendo así, construir una mejor comunicación.
¿CÓMO AFECTAN LAS TECNOLOGÍAS?
Edgar Beltrán: @beltranedgar
Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse; debido a ello, es completamente común tener smartphones, cuentas en redes sociales y acceso a diferentes páginas web; en ese sentido, la empresa Leftronic, brinda algunas cifras respecto al uso del celular: el 51% de las personas lo revisan varias veces, en el lapso de 1 hora; igualmente, el 22% de los usuarios lo miran pasados solo unos minutos; mientras un ciudadano normal, muy seguramente, pasará aproximadamente 3 horas navegando en el móvil. Partiendo de dicha información, en las relaciones matrimoniales “estamos omitiendo o dejando de disfrutar todo lo que pasa en el entorno, por estar más pendientes de lo sucedido en Internet”, determina Edgar Beltrán, comunicador social y periodista con énfasis en comunicación corporativa. Asimismo, pueden presentarse celos, discusiones o desacuerdos, a causa de las interacciones efectuadas en las plataformas digitales; sin embargo, Beltrán comenta: “La culpa no es de los dispositivos móviles, sino de nuestra falta de constancia, amor sincero y confianza que nosotros como seres humanos nos tenemos”.
ECONOMÍA DE PAREJA
Sandra Movila: @clubsoymujervirtuosa
Los problemas económicos representan una de las mayores causas de divorcio; a pesar de ello, Sandra Movilla, ingeniera industrial y coach esencial con conocimientos en finanzas para mujeres y emprendedores, menciona entre los principales orígenes de dicha dificultad el desconocimiento del vínculo de su pareja y el dinero; además del significado que cada uno le da al mismo. En ese sentido, también establece la importancia de los acuerdos, reconociendo las problemáticas causadas cuando rompen los compromisos y empiezan a actuar según la conveniencia particular. Por otro lado, cobran relevancia las diferencias monetarias: “Puede presentarse que quien tiene más ganancias, tendrá el control de la relación, provocando baja autoestima o dependencia de la otra persona, conduciendo a uniones no sanas”, explica la experta.
También, cabe mencionar que la mala administración del dinero podría ocasionar problemas, pues presentado el caso de realizar inversiones inadecuadas, despilfarrar el efectivo o tener muchas deudas; llegaría a causar gran malestar, debido al impedimento para tener metas financieras en común. Sin embargo, Sandra Movilla establece la forma en la cual dichas situaciones podrían evitarse en parejas realmente fortalecidas, quienes logren ver las adversidades a modo de oportunidades para potencializar la unión. Entre otras dificultades, existe la infidelidad financiera, esta se da cuando una de las partes oculta ciertos aspectos, por ejemplo, cuentas excesivas sin saldar o ahorros; la coach determina: “Aunque algunos lo tomen como algo menor, puede provocar la terminación de la relación, ya que afecta la confianza y el respeto base del compromiso”.
SUPERAR O NO LAS EXPECTATIVAS
El psicólogo, experto en tratar procesos de desarrollo, José Manuel González, explica: “Todos tenemos un software conyugal, adquirido de nuestros padres, lo observado en el cine, la televisión y aquello comentado por amigos, que nos dice cómo debe funcionar la pareja”; así, nacen las expectativas, estas a su vez, al no ser cumplidas cuando se llega a la vida matrimonial, crean frustración. Dicha emoción, empieza a causar brechas dentro de las cuales, fácilmente, podrían caber terceros o simplemente, ocasionar la ruptura. En este punto, son relevantes varias cosas: la personalidad, metas que anhelan cumplir en conjunto, hacia donde desean dirigir la relación y demás; asimismo, encontrar fallas en la conducta del otro o actitudes desagradables, ocasionarían discusiones.
RECOMENDACIONES PARA MANTENER LA ARMONÍA EN PAREJA
- Cuando se trata de mantener la unión, dese espacios en pareja. El ‘Método Gonzáles’, descrito por el psicólogo José Manuel, establece compartir dos horas a la semana en una cita para hablar de temas agradables.
- Aprender a manejar las quejas, reclamos o desacuerdos, pues en dichos momentos la postura debe ser abierta, buscando soluciones al conflicto, en lugar de cerrarse o asumirlo como algo momentáneo, sin importancia.
- Llegar a mutuos acuerdos acerca del uso de los dispositivos móviles e Internet, estableciendo límites u horarios para utilizarlos; evitando así, que interfieran en los momentos compartidos.
- Reconozca las diferentes formas de demostrarse amor y cómo lo recibe el otro; en ese sentido, debe aprender de qué manera proyectarlo: apoyo en las labores, abrazos, palabras cariñosas y demás.
- Realizar un fondo común, con el fin de suplir los gastos del hogar; igualmente, cada quien podrá aportar de acuerdo a los ingresos correspondientes, buscando un balance que evite causar perjuicio en uno u otro.
- Otra recomendación al iniciar la conversación acerca del dinero es hablar en términos de ‘nosotros’, evitando el empleo de palabras como ‘tú’ o ‘yo’.
- Cuando sienta que los defectos del otro son los protagonistas, intente efectuar una lista de cinco aspectos positivos que lo enamoraron al iniciar la relación y manténgalos presente en los momentos de tensión.
- Respecto a las expectativas, prima la conversación previa, de manera abierta sobre los deseos que cada uno posee acerca del tiempo, dinero, hijos e, incluso, relaciones con los otros miembros de la familia.
