LO SIENTO, PERDÓNAME, GRACIAS, TE AMO
En días pasados, durante el programa radial Cuarentena de Sistema Cardenal, estuvimos conversando sobre el tema de las alergias y narré la historia de mi hija, respecto a su condición con esta patología. Sin embargo, hubo ciertas cosas que no dije, pues quería comentarlo en este texto, donde sumo 120 días de cuarentena, y es sobre todo lo que eso causó en mi vida. Varias veces he dicho que el aislamiento no es algo nuevo para mí, porque cuando nació mi hija tuve que encerrarme casi por año y medio, teniendo salidas muy limitadas, a causa de los síntomas que padecía; fue así como antes y a lo largo de ese tiempo, Andrea Roa, mi coach en aquella época, me contó de un proceso o técnica antigua que entiendo y comparto a medias, pero es buena; por lo anterior, siento que debo hablarles de ella y en el feed de Enfoque Lifestyle encontrarán un abordaje mayor.
Antes de mi hija y no quiero entrar en detalles, era totalmente diferente, creo que esa situación me ayudó a cambiar, a pesar de que fue muy angustioso; pues fueron crisis en las que debía sortear trabajo, casa, hija, entre otras cosas. Definitivamente, estuve llena de momentos estresantes que no deseo recordar, porque ya los dejé ir; sin embargo, me enseñaron y ayudaron a ser una mejor persona, resurgir y tratar de ver, la mayoría de veces, el lado positivo. Luego de ese tiempo de transformación, pude descubrir que cada suceso, aunque fuese malo, era necesario para aprender y, a causa de eso, la práctica del ho’oponopono siento que es buena, ya que es perdonarte por todo lo que ha pasado, hiciste o pasaste; pero no a partir del odio o rabia, sino desde el entendimiento del proceso en el que fuiste, eres y serás, ayudándote a hacer catarsis.
Como les digo, no tengo experticia en la práctica del ho’oponopono, así que no hablaré a fondo acerca de ella, pero sí puede ayudar a mejorar el estrés y sanar la ira, mientras entiendas que todo pasa por algo. La actual reflexión la expreso, debido a lo que estamos viviendo, porque anhelo dejar ir la cuarentena, deseo entender que esta es mi nueva realidad y a razón de ello, no la nombraré más, pues no quiero que la pandemia tenga poder en mis pensamientos, sentimientos o en lo que hago; aprendiendo, que ahora esto es lo que soy y simplemente debo fluir. Realizo el texto para decirles que cada cosa hace parte del aprendizaje, que nos hará más fuertes; aunque sea nuestra nueva realidad, no le doy fuerza de ejercer daño en mi vida, por el contrario, soy luz, por eso, la acepto y dejo ir.
