El cuerpo humano está diseñado para defenderse de todos los agentes invasores que atenten contra su buen funcionamiento; en consecuencia, el sistema inmunitario juega un papel muy importante, pues tiene la labor de reaccionar frente a organismos extraños —antígenos— como virus, bacterias, parásitos, células cancerígenas, incluso, órganos trasplantados. La tarea principal consiste en identificar y exterminar la amenaza, a través de los glóbulos blancos o leucocitos. Asimismo, dentro de las principales estructuras inmunes, se encuentran los linfocitos B —inmovilizan— y T —destruyen—, quienes deben atacar a las partículas desconocidas; lo anterior, con el objetivo de crear anticuerpos que neutralicen toxinas, activen los complementos y desaparezcan los factores dañinos.
La crisis sanitaria ha despertado la necesidad de saber cómo funciona el organismo, mucho más, al conocer el nacimiento de nuevas variantes. Debido a ello, se habla constantemente sobre alternativas, mediante las cuales logres reforzar el sistema inmune y, dentro de los mecanismos implementados, está la alimentación balanceada, rica en vitamina C, ya sea a través del zumo de frutas, consumo de tabletas y demás. Un complemento ideal, también consiste en mantenerse hidratado, teniendo en cuenta que el cuerpo requiere entre 2 y 3 litros de agua al día; además, resulta importante obtener suficientes horas de sueño reparador y no olvidar hacer ejercicio, de manera regular. A continuación, La Revista Enfoque te presenta algunos alimentos ideales para fortalecer tus defensas.
KIWI. Una porción de esta fruta tiene casi el doble de vitamina C que la encontrada en las naranjas; por lo anterior, se convierte en un alimento necesario, ya que ayuda con el fortalecimiento del sistema inmune, gracias a su alto contenido de antioxidantes. También, es rico en potasio, fibra, entre otros elementos esenciales para la prevención de enfermedades.
BRÓCOLI. A nivel nutricional, el brócoli está caracterizado por presentar grandes fuentes de vitaminas C y A, hierro, calcio, zinc, potasio, fibra, entre otros. A su vez, posee sulforafano, al cual se le atribuye la capacidad de eliminar sustancias tóxicas del cuerpo, lo que convierte a dicho vegetal en un aliado excelente para el fortalecimiento de las defensas.
PIMENTÓN. Uno de los principales efectos de la vitamina C, contenida en los pimentones, es la de estimular la producción de interferón, molécula encargada de combatir los virus que entran al organismo, mientras ayuda a prevenir la proliferación de estos. Otro de sus componentes es el ácido fólico, el cual apoya a los linfocitos para la creación de anticuerpos.
PIÑA. Además de ser rica en vitamina C, contiene minerales como potasio, magnesio y manganeso, un oligoelemento, el cual contribuye con la formación de estructuras óseas; por su parte, posee bromelina, antiinflamatorio que ayuda, especialmente, a quienes padecen enfermedades autoinmunes. Otra de sus bondades, es la vitamina B, conocida porque beneficia el nacimiento de glóbulos rojos.
PAPAYA. Con alto contenido de vitamina C, esta fruta tropical es ideal para el cuerpo; además, posee agua y fibra, ideales en el sano mantenimiento del organismo. A su vez, debido a los altos niveles de betacaroteno, la papaya juega un papel muy importante en los cuadros de asma, disminuyendo el riesgo de desarrollar dicha enfermedad.
HUEVO. Este alimento, de origen animal, es una gran fuente de proteína, complejo B y ácido fólico, componentes fundamentales para el buen funcionamiento de las defensas que se activan en el sistema inmunitario. También, posee betacaroteno, el cual logra convertirse en vitamina A, contribuyendo en la protección de las mucosas necesarias en la prevención de posibles infecciones.
ASHWAGANDHA. Cuando el objetivo es ayudar al sistema inmunológico, de forma natural, las plantas también juegan un rol muy importante. Esta hierba ayurvédica se usa para disminuir el estrés; eliminar los radicales libres, gracias a las propiedades antioxidantes que combaten el daño causado en las células y, a su vez, contribuye positivamente a la inmunidad del cuerpo.
ESPINACA. Dicha planta posee muchas bondades que le resultan provechosas al organismo, empezando por su alto contenido en agua. Asimismo, la espinaca es rica en magnesio, manganeso, vitaminas C, A, K, ácido fólico y hierro; particularmente, este último elemento resulta ideal para ayudar al cuerpo a tener una mejor respuesta inmunológica, frente a las amenazas externas.
MATCHA. Este superalimento tiene alto porcentaje de antioxidantes como catequinas y polifenoles, encargados de combatir los radicales libres que afectan las células; evitando, asimismo, debilitar el sistema inmune y provocar enfermedades crónicas a largo plazo. De igual manera, resulta ideal para mantener activo el cuerpo, gracias a su contenido de L-teanina y cafeína.
AVENA. El cereal destaca por ser rico en magnesio, zinc, fósforo, vitamina B y E, esta última es un antioxidante encargado de ayudar en la prevención de enfermedades como la artritis, pues entre las funciones encontrarás la de proteger las células de los radicales libres y propiedades antiinflamatorias. También, contiene flavonoides, que potencian los efectos de la vitamina C.
CÚRCUMA. Esta especia de color amarillo – naranja, se encuentra presente en el curry, siendo ideal para la activación de las células T y B, las cuales funcionan en la detección, junto a la destrucción de los antígenos hallados en el cuerpo. A su vez, consumir cúrcuma, regularmente, resulta ser muy beneficioso, si padeces enfermedades como asma, diabetes, entre otras.
FRUTOS SECOS. Incluir dichos alimentos en la dieta diaria, ayuda a reforzar el sistema de protección del cuerpo, especialmente, si se consumen almendras, avellanas y nueces, ya que poseen una cantidad significativa de magnesio y vitamina E; esta última, fundamental para el fortalecimiento de las defensas, lo cual podría desencadenar una mejor respuesta inmune del organismo.
BAYAS DE GOJI. Originarias de China y con una forma muy parecida a las uvas pasas, tienen altos porcentajes de vitaminas C y E, excelentes antioxidantes que ayudan en la prevención del envejecimiento y el daño celular; además, son ricas en magnesio, potasio, fibra y polisacáridos, los cuales contribuyen a regular los niveles de azúcar en el cuerpo.