jueves, noviembre 21, 2024
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COLOMBIA PRESIDENCIAL —1830 – 1902— : LA HISTORIA DE UN PAÍS QUE POCOS CONOCEN

POR: OWEIMAR OLARTE

En vísperas de las elecciones presidenciales, es válido repasar históricamente lo que ha sido de Colombia en algunos episodios que marcaron el progreso o la decadencia de nuestra sociedad, iniciando en el año 1827, donde  Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander rompieron sus lazos de amistad, tejiendo una guerra sin precedentes, de la cual más adelante Bolívar se lamentaría en sus cartas; estos hechos, junto a la muerte del libertador —1830—, la separación de Venezuela y Ecuador, que llamaríamos la Gran Colombia, marcarían la división del país; el futuro de Colombia estaría enmarcado en cruentas luchas políticas y la aparición de los partidos tradicionales en los años 1848 y 1849, los cuales representaban las tendencias ideológicas en disputa, encarnaron a seguidores de Bolívar y Santander por los partidos Conservador y Liberal, respectivamente.

Así, el período de 1830 a 1849 sería de consolidación de la República y definición de los partidos políticos. Uno de los presidentes de esa época fue Francisco de Paula Santander —1832 – 1837—, el hombre de las leyes, como lo llamaría Simón Bolívar, pues actuó como defensor de la democracia y la educación; además, en su gobierno, el orden y respeto por la ley eran esenciales para la libertad. Años después, en el gobierno de José Ignacio de Márquez, se produjo el primer conflicto interno civil, conocido como la Guerra de los Supremos o Guerra de los Conventos —1839 – 1842—, según Ramírez (2019) iniciada por motivos religiosos, a raíz de una ley que ordenaba eliminar los conventos que albergaran a menos de cinco religiosos (pp. 52); a partir de allí, la religión pasó a ser tema de contiendas en los partidos políticos, manchando de sangre y guerras los años venideros y consolidando la alianza de la Iglesia con el Partido Conservador.

En el período de 1849 a 1876, se presentaron innumerables cambios, entre ellos, la abolición definitiva de la esclavitud, bajo el mando del presidente José Hilario López —1849 – 1853—, adscrito al Partido Liberal, expidiendo una ley donde los esclavos quedarían libres, a partir del 01 de enero de 1852 y los amos indemnizados con bonos; la promulgación de esta ley desató una guerra civil entre conservadores y liberales, iniciando en el Cauca, Pasto y Antioquia, terminando cuatro meses después con la liberación definitiva de los esclavos “Abolicionismo de la esclavitud” (2022).

En el año 1853, bajo el gobierno de José María Obando, se aprobó una nueva constitución, donde se reconoció, por primera vez, la libertad de cultos y se estableció el voto universal masculino, dando a las provincias el poder de escribir sus constituciones, así como elegir sus gobernantes —Constitución con principios federalistas—. En 1856 se crearon los estados soberanos de Panamá y Antioquia, mientras que en 1857 expidieron sus constituciones Santander, Boyacá, Cundinamarca, Bolívar, Magdalena y Cauca.

Con los liberales enfrentados y en el intento de someter a juicio al jefe del Ejército —general José María Melo—  por el homicidio de un soldado, el 17 de abril de 1854, se efectuó un golpe militar, donde, luego de que el presidente Obando no aceptara lo que los golpistas proponían, se posesiona como gobernante el general Melo, viviendo el país, cerca de nueve meses, confrontaciones sociales y movilizaciones populares; lo anterior, generó la unión temporal de liberales y conservadores en contra del golpe militar, derribando al presidente, entregando el poder, de manera transitoria, a un conservador, gobernando en una coalición bipartidista hasta que, en las primeras elecciones presidenciales —1856— con voto popular, ganó Mariano Ospina Rodríguez —del Partido Conservador—, triunfando el federalismo con la Constitución de 1858.

En 1860, el país estaba a punto de enfrentar una de las guerras más largas y cruentas, llamada la Guerra Magna, surgida por las diferencias entre el Gobierno central y algunos regionales, liderada por el entonces gobernador del estado del Cauca, Tomás Cipriano de Mosquera; fue la primera guerra que tuvo a los rebeldes —del Partido Liberal— como vencedores, imponiéndose por las armas el general Mosquera como presidente, expidiendo, nuevamente, otra constitución en 1863, donde todos los estados soberanos o departamentos —hoy día— quedarían en manos del liberalismo, a excepción de Antioquia que, en 1864, por una rebelión conservadora, le dio el control del gobierno a este partido; igual suerte tuvo el Tolima, fundado en 1861.

La Guerra de las Escuelas, como se le denominó —1876 – 1877— se convirtió en un punto de inflexión hacia el debilitamiento y posterior caída del régimen Liberal. La confrontación obedeció a la política educativa del gobierno que había traído profesores protestantes a las escuelas y retirado la enseñanza de la religión en los colegios; esto, le quitaba el control educativo a la Iglesia. Finalmente, el gobierno Liberal controla la guerra, pero deja fracturado el partido. Para esta época, algunos liberales como Rafael Núñez buscaban un diálogo con los conservadores; el país estaba en guerras constantes y desórdenes, se buscaba un sistema aceptable para ambos partidos, lo cual se logró bajo su mandato en 1885.

En el año 1886 finaliza la hegemonía Liberal con una nueva constitución, eliminando el federalismo y dando el poder al presidente de elegir gobernadores en cada departamento, limitando el derecho al voto por riqueza y alfabetismo. Nuevamente, la Iglesia retoma el poder, asumiendo la batuta de la educación; así pues, se limitó el poder del Congreso, fortaleció el Ejército Nacional y se fundó la Policía Nacional —1891—. Con algunos cambios en 1910, esta Constitución estaría vigente por más de 100 años, pues se elaboró pensando en la paz, pero la realidad sería otra. En 1899, se presenta la última guerra civil del siglo XIX, conocida como la Guerra de los Mil Días, sangrienta como todas, entre liberales y conservadores; se cometieron todo tipo de atrocidades, muriendo más de cien mil colombianos en los tres años de disputa —1899 – 1902—.

Como lo observamos en el siglo XIX, podemos encontrar en nuestra historia dos golpes de estado, catorce guerras civiles regionales y nueve guerras nacionales; además de la expedición de siete constituciones en cincuenta y seis años, lo cual nos dejó odios heredados entre comunidades y pueblos, confrontaciones políticas y fanatismos religiosos, que continuarían hasta mediados del siguiente siglo.

La Colombia que conocemos con su historia de conflictos, guerras y sangre, nos invita a comprender y regresar al pasado para pensar en el presente; “hoy, somos un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana” Constitución Política de Colombia [Const]. Art. 1 de septiembre de 2011 (Colombia); entre otros principios fundamentales que nunca deberán negociarse, convirtiéndose en pilares de futuros gobiernos, que esperamos lleguen a mejorar y continuar con el progreso del país. 

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