jueves, noviembre 21, 2024
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“El cambio no solamente es necesario en la vida, es la vida misma”, Alvin Toffler.

Siempre me demoro escribiendo las editoriales; sin embargo, creo que esta puede ser la que más me he tardado en hacer, ni siquiera me tomé tanto tiempo en escribir durante mi embarazo o cuando tuve a mi hija con todos sus problemas de salud. Es ahí, donde vengo a reflexionar, que durante esta pandemia muchos pensaron que nos iba a sobrar el tiempo, que estar en casa iba a ser diferente y que podríamos hacer miles de actividades, descansar o ver series; pero, les quiero decir, mis estimados amigos, que para mí y muchas personas con las que he hablado, ha sido muy diferente, pues al final, queda menos tiempo, hay más obligaciones y, al tratar de salir adelante, buscamos nuevas maneras de hacer las actividades que han llenado nuestro día a día de tantas cosas innecesarias.

Recordando una frase que me dijo alguien muy cercano, quien me está ayudando a cambiar patrones: “Nos llenamos de cosas innecesarias que, en vez de aportar a nuestras vidas, nos desgastan, dejándonos sin ganas”. Realmente, no les puedo decir que yo estoy así, porque yo cada vez más ansío ‘comerme el mundo’, buscando hacer más cosas, pero, también, espero que todo eso me dé una satisfacción, tanto económica como personal. Así pues, descubrí que muchas de mis actividades no me satisfacían en ninguno de esos dos ámbitos, es ahí donde paré y dije: “¿Qué estoy haciendo?”. Por ello, decidí hacer transformaciones, pues durante la pandemia, definitivamente, descubrimos que el cambio es algo constante en nuestra vida y no podemos luchar en contra de él, sino más bien abrazarlo.

Estoy haciendo cambios, aún no los he hecho todos, tampoco quiero volverme como una modista haciendo el croquis de un vestido y tirando tijera a todo; sin embargo, quiero quedarme con las cosas que realmente pueden funcionarme; por eso, este es el consejo principal que quiero dejarles: corten todo lo que no les llena económicamente, ni personalmente.

“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”, esta es una frase de Viktor E. Frankl y quiero concluir la editorial con ella. Les pido que se sienten, analicen esos desafíos que pueden traer cambios, observen los pros y contras; que vean los aspectos necesarios en su vida y logren determinarlos. Por ejemplo, yo amo mi trabajo en radio y la revista, por ende, así me demore mucho tiempo, trasnoche, siento, no remuneración económica (risas), pero sí mucha remuneración personal; trabajar con mi equipo, enfrentar desafíos, me hace sentir que estoy viva y sé, definitivamente, que eso no hará parte de las cosas por cambiar. Les dejo esa reflexión, si no somos capaces de cambiar una situación que nos molesta o de hacerle frente y, créanme que me está pasando justo en estos momentos, el que tiene que cambiar eres tú, en este caso, yo; mi consejo con mucho cariño para todos ustedes. Les agradezco, como siempre, haberse quedado con nosotros durante y después de la pandemia; recuerden que esto sigue y solo hasta que consigamos una vacuna saldremos adelante.

Les escribo estas letras con mucho cariño, gracias, como siempre, por leerme,

Mercy Edith Fernández Pacheco.

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