La salud mental es un tema bastante preocupante en la actualidad por la importancia que supone en la calidad de vida de las personas, pues influye directamente en el bienestar integral. En ese sentido, “tener una buena salud mental, permite a las personas gozar de mejores interacciones con sus seres queridos y comunidad, sentirse productivos, reconocer sus capacidades y mantener hábitos saludables; por ejemplo, alimentación balanceada, higiene del sueño y tiempos de descanso”, explica la magíster en psicología clínica, Ana Isabel Rincón Hernández. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, los trastornos mentales, neurológicos y por el consumo de sustancias, representan el 10% de la carga mundial de morbimortalidad y el 30% de las enfermedades no mortales.
En las circunstancias actuales, dichos padecimientos han aumentado, debido a que muchas personas deben permanecer en sus hogares; lo anterior, ha llevado a perder el control de una buena salud mental, “afectando la capacidad para responder a las demandas del ambiente en las diferentes áreas que nos desempeñamos: laboral, relaciones interpersonales, académica y responsabilidades diarias”, explica la psicóloga, Ana Isabel; asimismo, influye en el comportamiento, toma de decisiones, cambios de humor y demás patrones; en consecuencia, todos estos desequilibrios, si no son tratados a tiempo por un profesional, interfieren en la calidad de vida, desencadenando una serie de enfermedades o trastornos mentales, los cuales se detallarán a continuación.
ANSIEDAD. Diariamente, existen situaciones que pueden generar estrés, lo cual, hasta cierto punto, resulta normal; sin embargo, quienes padecen esta enfermedad, constantemente tienen miedo, preocupación, cansancio, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño y demás. Según explica la psicóloga Rincón, “los trastornos de ansiedad varían de población a población y entre los más comunes se encuentran los trastornos de ansiedad generalizada, fobia específica, trastorno de ansiedad social y agorafobia”.
DEPRESIÓN. Recientemente, la depresión ha estado latente alrededor del mundo. Aquí, los individuos pierden el interés por realizar sus actividades diarias, interfiriendo en su comportamiento, provocando problemas emocionales y físicos: sentir mucha tristeza o tener pensamientos suicidas. Entre los síntomas de esta enfermedad se encuentran: falta de apetito, irritabilidad y demás. Según la Organización Mundial de la Salud —OMS—, dicha patología afecta a más de 300 millones de personas a nivel global.
TRASTORNOS ALIMENTICIOS. Esta patología es muy curiosa y no posee un punto medio, porque mientras ciertos pacientes ingieren alimentos desenfrenadamente, otros simplemente no comen, “deteriorando el buen funcionamiento de una persona en sus diferentes áreas de ajuste y que llevan al detrimento del bienestar personal, laboral y en las relaciones”, indica la psicóloga Ana Isabel Rincón; además, puede causarle enfermedades cardíacas o renales. Algunos trastornos alimenticios son: bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y atracones de comida.
TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO. Este trastorno se desarrolla en aquellos individuos que han sufrido situaciones traumáticas, por ejemplo: la muerte de un ser querido, de manera inesperada o agresión sexual, aumentando el estado de alerta o problemas para respirar. Algunos síntomas de esta enfermedad mental son: recuerdos intrusivos, evasión, cambios en el pensamiento o estado de ánimo, llevando a un deterioro personal que, además, afecta a quienes le rodean, comenta la psicóloga Ana Isabel.
TIPS PARA MEJORAR LA SALUD MENTAL
Teniendo en cuenta todas las consecuencias que cada una de estas enfermedades puede suponer en la vida de una persona; a continuación, La Revista Enfoque compartirá algunas recomendaciones para mejorar la salud mental.
MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA. No se trata de estar feliz siempre, pero sí de encontrar equilibrio; en ese orden de ideas, intenta mantener buenas energías y toma un descanso de toda la información pesimista que puedas hallar en las plataformas digitales.
PRACTICAR LA GRATITUD. Si existe algo que puede ayudarte a mantener una buena salud mental es ser agradecido, ya sea por tener a tu familia, un buen empleo, disfrutar de las cosas pequeñas y demás situaciones que te generen bienestar integral: emocional, psicológico, físico y social.
CUIDAR LA SALUD. Es importante que descanses lo suficiente, realices algún tipo de ejercicio de manera regular y te alimentes correctamente; así, evitarás sufrir de depresión, ansiedad y mejorará tu estado de ánimo, impidiendo cualquier síntoma de angustia.
EMPLEAR TÉCNICAS DE MEDITACIÓN. Todas las prácticas que aporten bienestar a tu cuerpo y mente serán gratamente bienvenidas, ya que reducen el estrés y tensión muscular. En ese sentido, puedes meditar o hacer ejercicios de respiración profunda.
ACUDIR A UN EXPERTO. Si presentas dificultades para desempeñarte de forma óptima en las diferentes áreas de la vida, es importante acudir a expertos como la psicóloga clínica Ana Isabel Rincón, quien sabrá guiarte y darte el tratamiento que necesitas.
TOMAR AIRE LIBRE CON PRECAUCIÓN. Debido al aislamiento social, existen diversas actividades que las personas no pueden desempeñar, de manera regular; por tanto, es importante despejarse, ya sea tomando aire libre en tu balcón, patio o terraza de la casa. Así, contrarrestas el estrés y refuerzas el sistema inmune.
MANTENER RELACIONES SANAS. La psicóloga Ana Isabel Rincón recomienda fortalecer las redes de apoyo, ya que “nos permiten sentirnos parte de una comunidad, que somos valiosos e importantes para otros; además de tener la oportunidad de expresar emociones y un espacio de intimidad compartido”.
REALIZAR UN HOBBY. Tomar un tiempo para realizar las actividades que más disfrutas es muy importante, a fin de conservar una buena salud mental, pues te permite cambiar la rutina, disminuir el estrés y aumentar la productividad; así que, si eres fanático de practicar deportes extremos, cocinar o viajar, ha llegado el momento de empezar a hacerlo.
RECOMENDACIONES EXTRAS. Además de todo lo anteriormente expuesto, la psicóloga Ana Isabel Rincón aconseja “entrenarse a sí mismos en reconocer sus emociones y validarlas, no es sano vivir en una lucha constante por no sentirnos tristes o molestos”; así pues, practica el perdón, trabaja tus puntos fuertes y mantén hábitos de autocuidado. Lo anterior, te permitirá normalizar una vida con ciertas dificultades, buscando la solución a cada inconveniente.
Ana Isabel Rincón: @psicoanaisabelrinconh