Las manchas son una dificultad con la que muchas personas luchan en algún momento de su vida, por tanto, en nuestra edición pasada estuvimos conversando acerca de los diversos tipos y la forma en que la CEO Mercy E. Fernández las ha combatido, luego de tener algunas imperfecciones en sus mejillas. En esta ocasión, profundizaremos sobre dos términos específicos: hiperpigmentación y melasma; cabe recordar que, dicha problemática puede darse a raíz de diferentes factores cotidianos, entre ellos, desequilibrios hormonales como los presentados en el embarazo; asimismo, el acné, rayos ultravioleta o envejecimiento. Así pues, los tratamientos deben adecuarse, según la fuente desencadenante y para evitarlos es primordial usar los ingredientes adecuados, además de nunca olvidar el bloqueador solar.
HIPERPIGMENTACIÓN VS. MELASMA
HIPERPIGMENTACIÓN. Este término es utilizado para referirse al oscurecimiento o aclaramiento de la piel en diferentes partes del cuerpo; en ese sentido, existen distintas clases de hiperpigmentación, entre las cuales podrás encontrar el melasma, lentigos solares y posinflamatoria; de igual forma, las causas varían, ya sean cicatrices de acné, inflamación o daños provocados, debido a la exposición solar. Normalmente, dichas manchas no son malignas, pero si deseas desaparecerlas, lo mejor es acudir a un experto; lo anterior, porque resulta importante identificar los factores desencadenantes de las marcas, descartar que se hayan originado a raíz de alguna enfermedad grave, la profundidad de las mismas en la dermis, el tipo y así, posteriormente, escoger el método más adecuado, con el fin disminuir su apariencia.
MELASMA. Como les estábamos contando, el melasma es un tipo de hiperpigmentación, el cual suele presentarse, mayormente, en el género femenino con piel más oscura; se estima que, aproximadamente, 6 millones de féminas en Estados Unidos padecen dicha condición, mientras solo el 10% de los pacientes son hombres. Esta, se desarrolla por una excesiva concentración de melanina en zonas focalizadas, normalmente, aparecen manchas irregulares de color oscuro en distintas partes: el centro del rostro, mejillas, nariz, frente y labio superior. La principal diferencia entre los dos términos mencionados es que el melasma, generalmente, se produce debido a aspectos hormonales, influyendo así, en mujeres embarazadas o que toman anticonceptivos orales; también, podría darse por predisposición genética, exposición solar, medicinas o alergias cosméticas.
TIPOS DE MELASMA
Dependiendo de diferentes factores, pueden presentarse varias clases de melasma; el primero de ellos, sería el epidérmico, este tiende a desarrollarse mediante hiperpigmentación oscura, color marrón, con bordes bien definidos en los tejidos superficiales de la piel. En segundo lugar, encontrarás el dérmico, cuyas manchas, normalmente, aparecen a mayor profundidad en la dermis, resaltando en tonos azul grisáceo o café claro, de forma menos definida y caracterizada, a causa de los melanófagos, estructuras que consumen melanina; por último, existe el mixto, el cual consiste en la combinación de los dos tipos anteriormente mencionados y suelen padecerlo gran cantidad de personas, a través de marcas pardas y matices grises; debido al nivel de afectación en las capas dérmicas, lo identifican como el más difícil de tratar.
RECOMENDACIONES PARA PREVENIRLO Y COMBATIRLO
Es clave comprender que el bloqueador representa un factor imperante, si deseas disminuir la aparición de manchas, pues las zonas expuestas a la radiación UV son las más sensibles a desarrollar melasma o hiperpigmentación. Sin embargo, existen otros métodos de prevención y eliminación, los cuales te compartiremos a continuación. Recuerda que esta información la brindamos, con el fin de ampliar tu conocimiento respecto al tema, pero siempre debes tener presente la importancia de visitar a un especialista, quien podrá brindar la orientación adecuada en el paso a paso a seguir y no automedicarte.
HIDROQUINONA. Dicho tratamiento puede encontrarse en forma de gel, crema o loción; cabe resaltar que, este compuesto debe usarse con supervisión médica y en bajas concentraciones. El producto funciona como un efectivo blanqueador de la piel, por lo cual es perfecto cuando se desean disminuir ciertas manchas, pues trabaja a modo de enzima tirosinasa, inhibiendo la formación de melanina, causante de la hiperpigmentación.
ÁCIDO GLICÓLICO. En previas ocasiones, les hemos hablado de los alfahidroxiácidos y este es un ejemplo de dichos compuestos. Puede encontrarse en muchos productos y permite realizar exfoliaciones químicas sobre la piel, renovando las capas superficiales de la misma; así pues, ayuda a disminuir la apariencia de arrugas, mejora la luminosidad, trata la dermis dañada por el sol, corrigiendo problemas de psoriasis, eczemas o resequedad.
ÁCIDO KÓJICO. Este derivado del vino de arroz japonés y diferentes tipos de hongos, ayuda a controlar el desarrollo de melanina en la piel, gracias a que inhibe la acción de la tirosinasa, evitando la producción de manchas y funciona a modo de antioxidante; a pesar de ello, es un compuesto bastante inestable, pues al tener contacto con el ambiente, cambia de color y pierde sus capacidades despigmentantes.
EXFOLIACIÓN QUÍMICA. Esta se basa en la aplicación de diferentes productos químicos como los AHA, BHA, fenol o ácido tricloroacético, mediante los cuales lograrás remover las capas superiores de la piel, dejando una superficie renovada y suave; normalmente, suele utilizarse en la desaparición de manchas, cicatrices y pequeñas arrugas; asimismo, ayuda en el tratamiento de acné, disminuye la resequedad y reduce el daño causado por el sol.
LÁSER. Al momento de elegir una terapia con láser, es importante consultar a un experto, quien además de hacer el tratamiento, especificará cuál será el indicado, dependiendo el tipo de mancha y profundidad de la misma. Así pues, los aparatos de luces verdes, funcionarán en el melasma epidérmico; los rojos, alcanzan capas más internas y destruyen la melanina acumulada; por último, el infrarrojo, suele ser ideal para pieles oscuras.