En mi corta vida arando el mundo del emprendimiento, encontré muchas personas que me han permitido aprender, además de querer estudiar sobre la consecución de objetivos, incitándome a formarme sobre el comportamiento humano y entender por qué tendemos a rendirnos; sobre todo, en oportunidades que pueden llevarnos al éxito. Es muy normal, incluso, en ‘las editoriales’ o ‘cartas de la editora’, he mencionado que en el camino nos encontraremos con baches, los cuales nos llevan a abandonar nuestras metas; sin embargo, la diferencia que he logrado evidenciar de las personas exitosas a las no exitosas, es su capacidad de no rendirse.
En la vida nos vamos a tropezar con obstáculos que nos harán perder la razón, frustrarnos, querer desistir y simplemente tirar la toalla. En esos momentos, es cuando les recuerdo, mis queridos lectores, que vislumbremos el futuro que queremos. Roma no se creó en un día y, por supuesto, pasaron por muchas trabas para poder crear aquella ciudad que en tiempos antiguos generó luz para todo el mundo.
Nos encontramos en los primeros meses del año, en donde muchos de los propósitos que nos trazamos quedaron en el papel, recordándonos, nuevamente, lo importante que es saber plasmar nuestras metas y diferenciarlas de nuestros sueños. Napoleón alguna vez dijo: “Un objetivo es un sueño con fecha límite” y estoy totalmente de acuerdo, es bonito soñar y, de vez en cuando, visitar nuestra mente para poder refrescarnos; pero si queremos avanzar en la vida, esos sueños se deben convertir en objetivos y así hacerlos realidad.
El arte de conseguir nuestros objetivos y, a su vez, pelear por ellos, no se debe tomar a la ligera; por el contrario, hay varios métodos que estaremos hablando en próximas ediciones que te ayudarán. Hoy, brevemente, quiero hablarte de mi favorito y es el que mi equipo y yo ejecutamos en nuestras tareas: IVY LEE METHOD, consiste en hacer una lista al final de cada día y en ella escribir las actividades más relevantes que debes de cumplir para el día siguiente; luego, deberás organizarlas en orden de prioridad o importancia. La clave es: cuando inicies la primera actividad, no puedes interrumpirla o hacer otra cosa hasta que logres finalizarla. Esto lo podemos adaptar tanto a nuestras actividades diarias como a las metas que tengamos en nuestra vida. De seguro, querido lector, te servirá.