jueves, noviembre 21, 2024
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“Si la mitad de nuestras empresas fueran dirigidas por mujeres y la mitad de nuestros hogares por hombres, las cosas serían mejores”, Sheryl Sandberg.

¿Cómo una mujer puede ser líder? Si quieren la respuesta teórica tengo varios libros, podcasts o investigaciones de expertos que puedo compartirles, pero hoy quiero hablarles desde mi experiencia, luego de meditar varias noches. ¿Qué ha sido clave para mi desarrollo personal?, ¿qué me ha permitido salir adelante y llegar donde estoy? A mis 32 años, casada y con 1 hija; luego de una larga jornada laboral, me pregunto cómo logré sobrevivir, teniendo en cuenta que cada uno de mis días se reducen en trabajar; cómo puedo llegar a un punto intermedio entre la pandemia, manejar varios proyectos, tener una vida sana en familia y alcanzar la paz mental; no me doy cuenta en qué se me van los días, pero saben, algo de lo cual sí estoy muy segura es que amo lo que hago, disfruto diariamente trabajar en el puesto en que estoy y agradezco diariamente por las cosas que Dios, la vida y las personas que están a mi alrededor, me han permitido alcanzar por más cansada que termine, pues siempre tengo la satisfacción de haber trabajado por mis sueños, los de mi familia y aquellos que están a mi lado. Considero que ser líder, más que estar a cargo de una empresa o llevar la voz por un grupo de personas, es también llegar a entender la razón por la cual estás allí, en qué puedes ayudar a los demás y seguir adelante juntos.


A finales de junio leía un artículo de la revista Forbes, el cual les recomiendo mucho —Want Great Women Leaders? Help Men Be Better Fathers de Avivah Wittenberg-Cox— y este me hacía reflexionar en tantas cosas, sobre todo, que los hombres que están a mi alrededor son determinantes en mi desarrollo profesional. En resumidas palabras, en este texto se habla sobre la necesidad de que las compañías impulsen a que los hombres tomen más roles en casa de cuidadores para que puedan entender el balance entre la equidad de género y el liderazgo, ya que nosotras como mujeres aprendemos de este tema cuando ocupamos puestos altos en las empresas. En este mismo artículo se decía que gracias a la pandemia, más hombres empezaron a realizar labores del hogar, permitiendo que muchas mujeres puedan ocuparse de sus trabajos, pero la autora deja una pregunta muy importante que también se las transmito a ustedes y es ¿cómo esto puede ser sostenible?, ella de manera jocosa decía que tuvo que pasar una pandemia para que los hombres pudieran colaborar en casa. Estoy de acuerdo con lo que dice y es que si como niñas crecemos viendo que en casa hay una equidad en las tareas del hogar, que papá y mamá cuidan, se desenvuelven en las actividades del hogar, crían de la misma manera, vamos a entender que no es necesario para nosotras quedarnos en casa cuidando, sino que también nos podemos desarrollar como mujeres.


Siempre he escuchado esta frase de mi mamá que retumba en mi cabeza y justo ahora que estoy escribiendo este artículo la recuerdo: “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”, refiriéndose al éxito de la empresa de mi papá y cómo ella ha ayudado a que él sea un hombre exitoso; sin embargo, en mi caso es todo lo contrario, al lado de una gran mujer, hay un gran hombre, y con este artículo y las reflexiones que realizo durante las noches, cuando estoy en un evento o siendo reconocida, recuerdo lo importante que es mi esposo en el crecimiento de mi hogar, ya que como todo el tiempo estoy trabajando, él se ocupa de cosas que, normalmente, según la sociedad en la que vivimos, deberían tocarme a mí; en este caso, si yo estoy trabajando hasta tarde, mi esposo es quien cuida a mi hija, hace la comida, hay una equidad en el tema de labores domésticas.


Como madre, muchas veces, me he preguntado ¿será que estoy descuidando a mi hija?, pero no lo estoy haciendo, porque estoy trabajando desde casa, siempre estoy pendiente de ella, como toda mamá, pero es el mismo patriarcado que nos ha enseñado a sentir culpa si estamos trabajando y no nos dedicamos tiempo completo a nuestra familia, permitiendo que ello no nos deje salir adelante como líderes y empresarias. Mis queridas amigas y lectoras, es necesario que los hombres estén más incluidos en cosas del hogar para que ustedes también puedan salir adelante y ambos sean exitosos; mi esposo también lo es en su carrera, no es que él deje de trabajar por estar cuidando a mi hija, es que nos dividimos, de manera que ambos podamos superarnos. Por gajes de mi oficio, el periodismo, es claro que voy a tener más horas laborales, pero tratamos que sea lo más equitativo posible y eso, mis queridas mujeres, es lo que nos va a ayudar a salir adelante.


Desde pequeña, a pesar de vivir en un entorno machista, mi padre siempre me enseñó, por medio de acciones y pocas palabras, a entender que para ser líder no debo competir, sino ganarme siempre el puesto. Quiero aprovechar estas páginas, y sé que el Día del Padre pasó hace mucho tiempo, para agradecer a los hombres que han hecho parte de mi vida y me han permitido, ya sea por bien o mal, querer salir adelante y pasar los límites que la misma sociedad nos impone como mujeres. Recuerden esta frase de Indira Gandhi: “Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”. Nosotras no estamos aquí para competir con los hombres, estamos para ser iguales y trabajar de la misma manera, porque contamos con grandes capacidades que nos pueden llevar al éxito. ¡Sé feliz, querida amiga y lectora!

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